viernes, 30 de diciembre de 2016

Una defensa pausada

Esta semana ha estado marcada por la defensa de nuestro proyecto virtual. La verdad es que a veces me sorprenden un poco los tiempos, cómo están marcados. Estos días se me han hecho hasta largos para hacer tan solo la defensa de la valoración y me he sentido extraña por poder bajar el ritmo. Me vienen a la cabeza, por ejemplo, los plazos para cerrar el proyecto, para elaborar la presentación y entregarla o para hacer la valoración del proyecto de otros grupos, que me parecieron demasiado cortos en algunos casos. Y sin embargo esta vez hemos tenido tiempo de sobra.

Eso no quiere decir que el segundo día ya estuviera entregada la defensa, por supuesto que no, pues yo suelo apurar en mis entregas. Pero sí que hemos podido tomárnoslo con calma, que por otra parte siempre va bien. Hicimos nuestras aportaciones individuales a cada uno de los mensajes, después nos conectamos vía chat para comentarla y luego cada uno ha redactado una de las respuestas. Y hasta hoy.

Supongo que en esto influye también el hecho de que nosotros sólo seamos dos y que sólo tuviésemos dos valoraciones que analizar y sobre las que elaborar respuesta; de ser un grupo de cuatro el trabajo de debate interno se multiplica, por supuesto. Así que no sé cómo deben haberlo vivido el resto de compañeros.

En todo caso, en el nuestro, en el mío propio, agradezco bajar el ritmo, pues eso supone volver a disfrutar de lo que hago. Y todo ello a apenas dos semanas de poner fin a la asignatura, algo que en la práctica anterior pensaba que no llegaría nunca (y que ansiaba muchísimo).

Sobre el trabajo de estos días, ha sido sencillo. La verdad es que las valoraciones que recibimos fueron muy buenas y que de las críticas que nos han hecho tanto Miguel como yo hemos compartido la mayoría. Y alguna cuestión que nos han indicado y en la que no hemos estado de acuerdo, ambos teníamos el mismo criterio, así que ha resultado fácil defender nuestro proyecto. Tampoco tengo experiencia en este tipo de actividades y no sé si nuestra respuesta será lo que se espera, pero bueno.

Mientras escribía esto he leído la respuesta a mi valoración y, por lo que ha comentado quien la ha contestado, creo que han entendido mis aportaciones como lo que pretendían ser, una ayuda para intentar mejorar algunas cuestiones del proyecto. Estoy contenta por ello, porque es cierto que me preocupaba un poco que pudieran tomarlo a mal. Y es que al final creo que en las valoraciones es siempre más fácil poner el acento en lo negativo que resaltar lo positivo. Espero haber sido equilibrada.

Y poco más. El trabajo en nuestro equipo sigue funcionando muy bien. Seguimos en contacto estrecho y con muchas ganas ahora de poder incluir las mejoras que nos han indicado y que hemos considerado oportunas una vez presentadas nuestras defensas. Justo ahora aguardo a que Miguel me dé el visto bueno a mi respuesta que, desafortunadamente, no le he podido pasar tan pronto como habíamos quedado al principio. Y es que las obligaciones de nuestras vidas muchas veces dificultan las tareas. ¡Qué diferencia con mis años de estudiante universitaria! (¿Vuelvo a serlo ahora?) 


NOTA: Aquí está la entrada a la que era mi facultad, en Valencia, aunque pocas clases di en ella, la verdad, pues la mayoría las hacíamos en un aulario. Entonces sólo era de Filología, aunque luego cambiaron el nombre. La imagen está extraída de la propia web de la universidad: http://www.uv.es/contrastivica/comollegar.html

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